domingo, 10 de octubre de 2010

Hegemonía Cultural

Armand Matterlart discute en su libro la geopolítica global, como el desarrollo, político o económico, está directamente relacionado con el desarrollo cultural; por ende los países de primer mundo son a su vez las potencias hegemónicas, quienes desde la colonización han influenciado a los países subdesarrollados con su cultura, “homogenizando el flujo transaccional de cultura y pensamiento”. 

Partiendo de esta afirmación podemos decir que lo que nosotros denominamos como “nuestra cultura” es a la vez un híbrido entre lo que nuestras raíces ancestrales denominaban cultura con los elementos asimilados de quienes nos colonizaron; sin embargo considerando que somos parte de un proceso de hegemonización la probabilidad de que nos sintamos más identificados con elementos culturales de las potencias hegemónicas, que con alguna comunidad Wayuu o Huitoto por ejemplo, es bastante alta.
En esto estamos claros hasta este punto, pues al igual que Matterlart coincidimos en que no se puede hablar de culturas cien por ciento autónomas, “las culturas puras son una ilusión”; el problema aparece cuando se pretende hablar de globalización y hegemonía al mismo tiempo, puesto que una contradice a la otra; pues esa interdependencia entre los países a la que hace referencia este termino se desvaloriza si somos conscientes de que no hay una unidad de sociedades, economías y culturas; si no un dominio por parte de las grandes potencias hacia los países con sistemas sociales y económicos débiles.
Respecto a esto Mattelart, da un ejemplo de cómo “la cultura en la Web” cree estar en un espacio sin fronteras, lo cual técnicamente es cierto, si consideramos que el flujo de información en la Web es libre; no obstante los contenidos que circulan son principalmente de origen anglosajón, quienes por ser los productores principales son quienes tienen el dominio de los contenidos que circulan en este espacio “sin fronteras”. Donde un reducido grupo genera contenidos para el consumo de una gran masa. Teniendo en cuenta que cada una de las personas que conforman esa masa son un universo entero con una cultura híbrida.
Bibliografía - Webgrafía:
Mattelart. A. Cultura Libre. Geopolítica de la Cultura. Francia. 1964, Pag.  126-156
Entrevista a Zygmunt Bauman, Por Fernando Vallespín.
 LA ACCIÓN EN LA SOCIEDAD CIVIL. 5 de enero del 2006
consultado: 2 de octubre 2010. 

Foro

Pregunta: 
 ¿La sociedad global podría ser una ventaja de los países de primer mundo, para ejercer control y beneficiarse de los países en vía de desarrollo?

Conclusiones: 

"Se podría llegar a pensar que los países en vía de desarrollo son los principales motores de los industrializados, solo que se encuentran bajo un poder hegemónico que no les permite entrar ni salir del mercado." (Vallejo F.)

"Veo la sociedad global como una ventaja para cualquiera que la sepa aprovechar y una desventaja para ese país que mientras se lamenta porque se siente oprimido gasta su tiempo, se hace menos competitivo y por eso resulta mas oprimido.

En mi opinión, es conveniente dejar los prejuicios y mas bien aprovechar las oportunidades de un sistema global abierto. " (Velásquez, M.)

Cuestionamientos:




 ¿En que se basan los países de primer mundo para crear sus sociedades globales y como determinan cuales países en vía de desarrollo les sirven mas para reforzar su industrialización?


¿Se puede pertenecer a mas de una sociedad global?


Links

Presentación

http://prezi.com/ql2dvwycdy_u/cultura-audiovisual-geopolitica/

Video Sociedad Global

http://www.portaldenoticias.com/video/yt-y2wgVEaedAM





http://www.youtube.com/watch?v=JyLVUAdVAsw





















                         

                           



                                                           


                   











La hegemonía cultural  por Federico Polleri
                                                                                

viernes, 8 de octubre de 2010

Natalia Céspedes
Belén Espinosa
Johanna Mosos 
Manuel Velásquez
Juan Diego Fernández 

Algunas Reflexiones al Respecto

A propósito del tema es interesante ver este video (http://www.youtube.com/watch?v=iOiu448OlfM) de Jesús Martín Barbero, en el que nos habla sobre el choque entre el punto de vista económico y el punto de vista cultural de lo que debe considerarse de valor universal.  La reflexión que hace Barbero teniendo en cuenta el europeismo de la Unesco apoya bastante la teoría de Mattelart sobre la hegemonía histórica y política. Además el reconocimiento del estado-nación por encima de las culturas internas que tienen una relación diferente con el patrimonio que se valora es una situación de difícil discusión.

Lo que dicen Mattelart y Barbero acerca de la homogenización consecuente del modelo de globalización centralizado que se ha venido manejando es bastante complejo de debatir. Sin embargo, es posible considerar también que la historia de las culturas ha sido así;  desde siempre se han dado transformaciones culturales a través de medios de influencia y así también se crearon esas culturas que hoy, por estar subordinadas en el actual sistema, tienden a difuminarse cada vez más.  Adicionalmente,  en la actualidad los países que fueron colonias no pueden negar que su cultura ha mutado y que la transculturación de la que hablaba Fernando Ortíz en su ensayo "Contrapunteo cubano del tabaco y del azúcar" es inminente. 

Así pues, valdría la pena considerar que, como las variaciones interculturales siempre han tenido que ver con las relaciones de poder, el problema no es de los países que ejercen sus medios de influencia cuando se han ganado su derecho a hacerlo, sino de los países que no se han sabido organizar de manera tal que la balanza se estabilice y la transculturación se de en infinitas vías equilibradas y federales en vez de darse en una sola vía inevitable y totalitaria.

Es  también  importante considerar que si ésta transculturación ya se dió en la época de la colonia, el las guerras mundiales y en los fenómenos de adhesión de naciones pequeñas a las súper potencias, la identidad de las naciones pequeñas tiene en muy amplios sectores de la población, más que ver con las superpotencias que con las mini-culturas ancestrales presentes en su propio país. El colombiano promedio probablemente entienda y se sienta mas similar a un estadounidense que a un indígena Wayuu o Huitoto. Y esto no es necesariamente malo como se suele pensar desde el mojigato punto de vista de lo "políticamente correcto", simplemente es una consecuencia de la historia que ya no se puede retroceder y debe asumirse con responsabilidad e identidad.